Las utilities están experimentando problemas para soportar sus sistemas heredados, los cuales son incapaces de hacer frente a los retos disruptivos de la industria. Sumado a esto, el retiro de la fuerza laboral experta está reduciendo la habilidad de las empresas para continuar usando estos sistemas. Las nuevas soluciones CIS deben ofrecer autonomía y flexibilidad para ejecutar estrategias de negocio innovadoras y, al mismo tiempo, disminuir la dependencia del personal de soporte.
Las utilities enfrentan un doble riesgo relacionado con el uso de sistemas heredados. Por un lado, están experimentando una escasez de expertos en servicios de soporte, generada por el retiro del personal interno y por la ausencia de terceros calificados. Por otro lado, ven restringido su proceso de transformación digital debido a la poca capacidad de reacción que tiene el negocio al usar soluciones anacrónicas que cada vez resultan menos efectivas para afrontar los cambios disruptivos que están redefiniendo la industria de los servicios públicos.
Estas condiciones han llevado a las empresas de servicios públicos a reconocer que mantener tecnologías anticuadas que ya no están en la capacidad de satisfacer sus requerimientos las deja inhabilitadas para adaptarse a las necesidades de negocio presentes y futuras. Prueba de lo anterior, son los resultados de un estudio llevado a cabo por la firma de consultoría TMG Consulting, en donde se reveló que el 85% de las soluciones que se están implementando en proyectos de modernización tecnológica son diferentes de sistemas heredados1. Bajo estas circunstancias, las utilities están buscando alternativas modernas que les ayuden a reducir la alta dependencia de los expertos de soporte y los servicios de personalización y que además les permitan adaptarse fácilmente a las nuevas condiciones del negocio. En efecto, el 54% de las empresas afirman estar buscando activamente reemplazar su CIS en un periodo no mayor a cuatro años2.
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En consecuencia, los proveedores de software están evolucionando sus soluciones con el fin de permitirles a las empresas de servicios públicos enfocar sus esfuerzos en aprovechar nuevas oportunidades de negocio e introducir productos y servicios innovadores, y no en mantener sistemas obsoletos. Las soluciones avanzadas, potenciadas con herramientas que les permitan a las empresas ampliar y ajustar el alcance funcional de manera autónoma, pueden ayudar a mitigar el riesgo de respaldar la operación con tecnologías ineficientes que requieren un gran número de expertos para su soporte y que además son muy rígidas cuando se necesita modificar su funcionalidad.
Smartflex es una solución holística moderna que le permite a las empresas de servicios públicos incursionar en nuevas oportunidades de negocio con el fin de asegurar su sostenibilidad en una industria cambiante, reduciendo a la vez el personal requerido para el soporte del sistema. Gracias a su arquitectura de múltiples capas y a un amplio conjunto de herramientas sofisticadas incluidas de forma nativa, Smartflex otorga independencia y agilidad a las empresas para configurar y expandir el alcance funcional de la solución de manera sencilla, ayudándoles a llevar a cabo su transformación digital de manera exitosa.
(1) TMG Consulting. (2018). Utility Industry Disruption: 5 Profound Trends Impacting IT Modernization Projects. http://www.csforms.org/Conference42/Workshop%20pdfs/TMG.pdf
(2) TMG Consulting. (2018). Utility Industry Disruption: 5 Profound Trends Impacting IT Modernization Projects. http://www.csforms.org/Conference42/Workshop%20pdfs/TMG.pdf