La búsqueda de la eficiencia energética ha generado cambios en las necesidades y expectativas de los clientes, que ahora demandan no solo un excelente servicio de las empresas que suministran el recurso, sino también soluciones que les permitan convertirse en consumidores y productores más activos. En este contexto, los proveedores de servicios se enfrentan a algunos retos que transforman tanto sus modelos de negocio como su operación.
La eficiencia energética se ha convertido en un factor clave en el marco del desarrollo de un modelo energético sostenible, que reduzca las emisiones de CO2 y garantice el abastecimiento del recurso. Este objetivo se ha convertido en tendencia, como se ve reflejado en el aumento de países que definieron marcos normativos relacionados con el uso eficiente de la energía, pasando de un 2% en el 2010 a un 25% en el 2017; dichos países representan el 66% del consumo energético mundial(1). El interés gubernamental, sumado a los crecientes cambios en las exigencias y comportamientos de los usuarios, está impulsando a las empresas de servicios públicos a buscar nuevos procesos y tecnologías que ayuden a ampliar el uso de energías renovables, mejorar la eficiencia energética y aumentar el compromiso con la sostenibilidad.
Para lograr estos propósitos, las utilities deben evolucionar sus modelos de negocio, camino en el que enfrentan 3 grandes desafíos: la implementación de redes inteligentes que gestionan eficientemente la electricidad -optimizando su producción y distribución-, la incorporación de energías renovables que ayudan a reducir el impacto ambiental comúnmente asociado a la generación de electricidad y el empoderamiento de los clientes con información valiosa sobre sus propias prácticas de consumo que permiten su autogestión y el mejoramiento de su experiencia con la empresa.
Reto 1. Implementar redes inteligentes
El primer reto de las utilities para evolucionar hacia una red futura sostenible es poner en marcha redes inteligentes. Esta implementación supone la combinación de diversos elementos de infraestructura eléctrica y de telecomunicaciones. De igual manera, implica la adopción de nuevas tecnologías como sensores y controles que proporcionan datos más unificados, precisos y en tiempo real, para impulsar cambios como la reducción en el consumo de energía y la disminución de pérdidas en las redes de distribución.
Reto 2. Incorporar energías renovables
El uso de energías renovables, como la solar y la eólica, contribuyen al mejoramiento de la crisis climática ocasionada por el calentamiento global. Conscientes de este hecho, los gobiernos nacionales han empezado a fijar metas en esta dirección; en el año 2010 solo el 37% de los países pertenecientes a la RISE contaban con una meta relacionada con energías renovables, mientras que en el año 2017 esta cifra aumentó al 93%(2). Sin embargo, la incorporación de energías renovables requiere de un nuevo sistema de distribución que responda con mayor precisión y flexibilidad a los cambios de la gestión de la demanda de energía, así como de un cambio en el concepto actual de la red unidireccional; en otras palabras, exige la puesta en marcha de otros modelos de negocio.
Reto 3. Empoderar al cliente
Los clientes de las empresas prestadoras de servicios públicos son cada vez más expertos en el uso de tecnologías digitales, por lo que exigen nuevas formas de interacción, información detallada y ofertas personalizadas que ayuden a mejorar sus hábitos de consumo.
Las utilities tienen como reto mejorar la experiencia del cliente a través de su empoderamiento, ofreciendo una relación más ágil y dinámica que incluye la implementación de herramientas que impulsen la eficiencia energética. Algunas de estas, como los portales de autogestión, se han convertido en un factor clave al momento de brindar información valiosa y experiencias óptimas a los clientes, logrando su fidelización y compromiso.
En la era del cliente, las empresas de servicios públicos deben aprovechar todas las oportunidades disponibles para ofrecer valor agregado a sus usuarios y mejorar constantemente su experiencia. Sin embargo, esta no es una tarea fácil debido a que, para lograrlo, deben implementar cambios en su servicio a nivel de infraestructura y en sus procesos internos, así como aplicar tecnologías de vanguardia que apoyen el uso eficiente de la energía.
Conozca la importancia de ofrecer experiencias óptimas a sus clientes.