Gestionar y reducir las pérdidas del recurso hídrico, que pueden ocasionarse por el uso indebido del servicio, es una labor crucial que deben afrontar las empresas de acueducto y alcantarillado, con el objetivo de ser rentables e incrementar sus utilidades. Por esta razón, es indispensable que cuenten con herramientas tecnológicas que faciliten la toma de decisiones oportunas y que apoyen la gestión de las pérdidas, el aseguramiento de ingresos y el control de su operación.
Los niveles de agua no contabilizada (ANC) corresponden a la diferencia entre la cantidad de agua inyectada al sistema de abastecimiento y la cantidad de agua realmente cobrada a los clientes, debido a fugas (pérdidas reales o físicas), agua no facturada, agua consumida ilegalmente o no medida con la precisión del caso (pérdidas aparentes o comerciales).
La empresa norteamericana RWL Water de Estados Unidos en su artículo ¿Qué es el Agua No Contabilizada? afirma que “el 34% de toda el agua mundial es agua no contabilizada, pero los índices varían según el país. Por ejemplo, en Estados Unidos la pérdida estimada está entre el 10% y 30%, aunque ciertos distribuidores señalan que tienen pérdidas de hasta el 50% por día. El gobierno federal estima las pérdidas a causa de fugas de tuberías en un 16%”.
En este artículo también se menciona que en “Taiwán tuvo un 27% de tasa de ANC, de acuerdo a datos brindados por la Corporación de Agua de Taiwán. El costo de esta pérdida fue de aproximadamente US$76.000 por día en ingresos perdidos. Y en que Malasia, que tuvo una tasa de ANC del 30,1 %, la redujo a 19,3% en el año 2015. La clave en la resolución del problema fue su reconocimiento, señala Koen Kinsbergen, director de Pure Technologies South-East Asia”.
Teniendo en cuenta la situación general a nivel mundial, la Asociación Internacional de Agua (IWA), entidad que estandariza conceptos y procesos en sistemas de abastecimiento de agua, propuso un modelo de Balance Hídrico, como herramienta estratégica para generar estadísticas, categorizar, cuantificar los tipos de pérdidas de agua y obtener un panorama completo del costo que representa los niveles de ANC para las empresas de acueducto y alcantarillado. Estudios del IWA afirman que para el balance de agua en sistemas de distribución, más del 65% del Agua No Contabilizada proviene de fugas y errores de medición.
El control de los niveles de ANC es una labor relevante dentro de la gestión empresarial de los proveedores del servicio, debido a que evidencia una problemática que impacta directamente sus finanzas, disminuyendo sus ingresos y aumentando los costos y esfuerzos para controlar su operación.
Sin embargo, “hoy en día, el problema principal radica en que los procesos existentes para la detección de fugas son costosos, además de consumir gran cantidad de tiempo y recurso humano, explica el artículo Localización Analítica de Fugas, de la revista de Saneamiento Ambiental de México: Agua y Ambiente. Otro punto importante, para logar el éxito de estos programas de mitigación del agua no contabilizada, es el identificado por RWL Water “se debe implementar una metodología combinada que incluya la detección de fugas, la evaluación de tuberías, el manejo de las presiones y la modelización hidráulica”. Con este análisis las empresas deben iniciar un plan, donde se especifique acciones concretas que permitan controlar y corregir este tipo de perdidas, estimando tiempos y costos específicos.
Para mitigar estas problemáticas, las empresas de acueducto y alcantarillado buscan apoyo en plataformas tecnológicas, como Smartflex, la solución de Open Intelligence diseñada para apoyar la gestión de las pérdidas y la normalización del servicio de sus usuarios. Esta plataforma provee herramientas como Tableros de Control y Reportes Interactivos, que consolidan eficientemente información estadística de los consumos históricos de los clientes, por sectores de suministro, así como, datos de la operación en campo, relacionados a los mantenimientos de la red de acueducto, facilitando el control estadístico de la operación, bajo el balance hídrico propuesto por la Asociación Internacional de Agua (IWA).
Contar con una solución que tenga dichas herramientas, le permite al proveedor del servicio visualizar los indicadores de las pérdidas aparentes y reales de la compañía, insumo clave para la toma de decisiones oportunas y para el desarrollo de una gestión efectiva del agua no contabilizada.
(1)Kingdom B., Liemberger R., Marin P. (2006, December). The Challenge of Reducing Non-Revenue Water. Retrieved from http://documents.worldbank.org/curated/en/385761468330326484/The-challenge-of-reducing-non-revenue-water-NRW-in-developing-countries-how-the-private-sector-can-help-a-look-at-performance-based-service-contracting
(2)2011 Validated Water Audit Data – AWWA Water Loss Control Committee. Validated data from 21 utilities companies across North America, presented in the 2011 AWWA Annual Conference. Retrieved from https://www.awwa.org/