Blockchain se ha posicionado como tendencia en diferentes industrias como banca, salud y servicios públicos. Conozca en detalle cuáles son las oportunidades y amenazas que trae su implementación en los diferentes procesos que componen la cadena de valor de las empresas de servicios públicos.
Cada día, los proveedores de energía se enfrentan a nuevos retos para hacer frente a los cambios que la transformación digital trae consigo. Uno de ellos es la incorporación de la tecnología blockchain, que al ser implementada dentro de las empresas de energía eléctrica servirá como un instrumento para reducir los costos operativos que se invierten en cada etapa de la cadena de valor.
Esta tecnología ha tenido mayor relevancia en sectores como el financiero, en especial la banca, demostrando que la replicación de los datos entre los usuarios pertenecientes a la red mejora la seguridad y que la automatización a través de los Smart Contract incrementa la eficiencia debido a la reducción de la intervención humana.
A diferencia de lo que ocurre en la industria bancaria, la tecnología blockchain se encuentra en una etapa temprana de maduración en el sector energético, en el que ha ido demostrando poco a poco el impacto que puede tener en la cadena de valor de las empresas de servicios públicos. Diferentes proyectos se han desarrollado bajo esta tendencia, especialmente aquellos que permiten a los clientes comprar energía directamente a prosumidores a menores precios y sin utilizar intermediarios, seguidos de los que se centran en la comercialización en el mercado mayorista.
Pese a lo anterior, todavía existen algunas dudas acerca de los beneficios de su implementación. Esto se debe a que uno de los principales beneficios que impulsa el blockchain es la eliminación de intermediarios lo que hace que algunos actores en la industria de servicios públicos perciban esta tendencia como una amenaza.
“Solo el 1% de los CIOs indica un tipo de adopción de blockchain dentro de sus organizaciones y solo el 8% de los CIOs estuvo en planificación a corto plazo o en experimentación activa con blockchain1”
Las empresas de servicios públicos pueden encontrar varias ventajas al implementar blockchain, especialmente cuando se trata de los prosumidores, quienes se han convertido en uno de los actores más importantes para el sector energético. Por ejemplo, esta tecnología permitirá a este tipo de compañías controlar los recursos de generación/almacenamiento de los prosumidores y una mayor visibilidad de las transacciones que suceden en la plataforma con el fin de optimizar el uso de la red.
Sin embargo, el blockchain también puede convertirse en una amenaza para los proveedores de servicios, debido a que promoverá la compra de excesos de energía a menor precio entre prosumidores y consumidores, lo que podría significar que las empresas de servicios públicos pierdan su papel como intermediarias en la comercialización del servicio, generando así posibles pérdidas en su flujo de ingresos. También debe tenerse en cuenta el riesgo asociado a las barreras y las exigencias que establecen las reglamentaciones, debido a que el uso de criptomonedas, propio de plataformas habilitadas con blockchain, no se encuentra regulado.
Teniendo en cuenta que esta tendencia se encuentra en una fase incipiente, las empresas de servicios públicos deben aprender más sobre las aplicaciones de blockchain en el sector y sus resultados para evaluar los beneficios potenciales, especialmente en aquellos mercados donde la participación de los prosumidores es muy alta.